La memoria audiovisual registrada por movimientos sociales y por particulares en el último tercio del siglo XX corre riesgo de desaparición. Grabaciones analógicas que ofrecen una perspectiva singular de la historia y que pueden perderse para siempre por la caducidad de sus soportes y la obsolescencia de los formatos de grabación. La Digitalizadora de la Memoria Colectiva se ha propuesto dar respuesta al reto de su conservación, descripción, enriquecimiento y difusión mediante la acción colectiva.